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17 jun 2013

CULTURA RASTAFARI

El rastafarismo es un movimiento cultural que surgió en los comienzos de los años 1930 en los barrios marginales de Kingston, Jamaica y en los sectores rurales adyacentes, siendo la visión social y cultural de Marcus Garvey que inspiró a los rastafaris, que incluso lo consideran una reencarnación de San Juan Bautista, y atribuyeron un carácter mesiánico a Selassie. Notable es el gran deseo de sus descendientes de esclavos negros de volver a África, de las aspiraciones sociales y culturales de la comunidad negra y de las enseñanzas del organizador nacido en Jamaica Marcus Garvey que clamaba «África para los africanos». El fin de Selassie era vivir sintiendo el amor que sólo el humano es privilegiado de sentir tan gran sentimiento, para ir por un sendero recto y verdadero, siempre con bondad, hermandad, verdad.
Hoy en día el movimiento se ha extendido a lo largo de gran parte del mundo y tiene seguidores provenientes de distintas culturas, lenguas y naciones.
Los seguidores del rastafari, conocidos como rastas, creen que Haile Selassie I liberará a la gente de ascendencia africana del mundo conduciéndolos a una tierra prometida llena de emancipación y justicia divina, llamada "monte zion".
El movimiento rastafari debe su nombre a Ras (príncipe) Tafari Makonnen (nombre/apellido). En la coronación como Emperador Haile Selassie I de Etiopía, (1930) esta fue vista como la culminación de la profecía de Marcus Garvey de una década antes:
«Mirad a África un rey negro será coronado, el día de la liberación está cerca»
Relacion del rastafarismo con la marihuana. 

Para el teórico rasta, Rodrigo Pérez: «La hierba es la salud de la nación, como el alcohol es la destrucción de la humanidad». Pérez considera que fumar ganjah es «un acto positivo hacia el Creador, donde se realza el poder de la meditación y se revela la presencia divina que vive dentro de todos. Jah Rastafari, Dios Viviente, creó la Ganja para que nos sanara, nos revelara sus caminos y lo adoráramos», sin embargo, aclara, los rastas no tienen la obligación de fumar ganja. «Dios la dispuso para que en estos tiempos de grandes tribulaciones, sus hijos resistan y la humanidad recupere su salud». «Nosotros experimentamos las vibraciones del arbusto ardiente como un eufórico y místico sacramento, capaz de iluminar y aliviar la crucial realidad de alienación social y vil pobreza». Además defienden la ganja al argumentar que no es una droga, porque no es un fármaco, lo que implicaría la mano del hombre. «Es una planta que se siembra, germina, crece y da sus frutos, es una creación en la que está implicado Dios Todopoderoso».
En general, las drogas sí producen adicción, pero afirman que la marihuana no crea dependencia física. Los rastafaris no consideran prohibirla. Creen que es producto de la ignorancia. La defienden como una creación divina, que no puede estar sujeta a las leyes del hombre, sino a las leyes naturales, al igual que el hombre. «Cualquier ser humano tiene derecho a que en su hogar, en la tierra que habita, siembre lo que necesite para alimentarse y sanarse, corporal, espiritual y mentalmente». Aunque se reprocha el uso lúdico de la hierba, pues esto no esta bien visto por los Rastafaris.